jueves, 23 de febrero de 2017

Cuando me haces falta.

Podría usar miles de palabras rebuscadas e inusuales, pero hoy, hoy quiero hacer y escribrir todo a secas.


Te quiero aquí, del presente conmigo.
Te necesito a mi lado, del verbo justo ahora.
Te amo libre, del diccionario junto a mi.

Hoy como nunca había hecho comprendo muchas cosas raras de la vida, iniciando por conocerte, una hermosa coincidencia, un error gigante convertido en acierto en las madrugadas, nuestras madrugadas. Recuerdo nuestras peleas por tonterías, y tu risa razonando en mis paredes, recuerdo como se marcaba tu sonrisa en el rostro cuando decía un chiste pésimo, te amaba por disfrutar mis silencios y reírte de mis palabras.

Siempre disfrute y eh disfrutado de tu presencia; de tus besos a altas horas, y de tus lágrimas en la noche, cuando me decías que te ibas y yo casi corría hacia ti para pedirte que no lo hicieras.

Solo dios sabe todos nuestros errores y aciertos, nuestros miedos y costumbres, nuestros chistes locales, nuestras mil cartas y seis mil besos, nuestros juegos y nuestras peleas, los días difíciles, los más complicados, y estos días, en los que te extraño tanto que de mi pecho y de mis manos solo sale melancolía, en los que te necesito tanto como un niño a su madre, y te quiero besar tan fuerte, que si lo hiciera, rompería cada vena de tus labios para demostrarte la intensidad de mis sentimientos.

Solo nosotras sabemos lo que se siente abrazarnos fuerte, llorar en alto, reír en bajo, gemir en silencio y pelear sin audio. Me gusta tenerte a mi lado, porque a mi lado es donde debimos estar siempre, porque a mi lado es donde debes estar ahora.  


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